Llamamos “Mulata” en Santander a una variedad de cangrejo negro y de forma cuadrada que gusta vivir entre las rocas de los muelles y pantalanes, y en las bahías en general. Las mulatas son víctimas inexcusables de todos los críos que, en bajamar, se entretienen con su pesca. La mulata es uno de los pocos crustáceos que no se comen, y como homenaje a su entrañable recuerdo infantil, nuestro restaurante lleva su nombre.
La Mulata está ubicado en una zona gastronómica por excelencia como es Puertochico, en Santander. Cuenta con dos salones con capacidad para 120 comensales. Decoración minimalista, con predominancia del azul mar y enorme sensación de luz. Servicio eficiente, bien adaptado a todo tipo de clientes, desde las personas que trabajan en los alrededores y nos visitan a diario, hasta las familias en los fines de semana o los más jóvenes.